apartamento krocke, barcelona
Este piso, de 299 m2, se sitúa en el paseo de Sant Joan de Barcelona, muy cerca de su encuentro con la avenida Diagonal. Se trata de un ático que ocupa toda la planta de la finca, la cual, pese a tratarse de un edificio de los años 70, tiene una configuración muy similar al de las típicas construcciones del Ensanche de principios del siglo XX, con fachada a la calle y al patio de manzana, dos patios centrales interiores y dos patios mancomunados laterales.
La remodelación tiene por objeto transformarlo en residencia de una pareja extranjera sin hijos que pasa temporadas en la ciudad. El disfrute de la amplia superficie disponible –ahora fragmentada en pequeños espacios-, las buenas condiciones de asoleamiento o el encanto de la terraza posterior son elementos que orientan la redistribución de la vivienda.
La mitad sudeste se destina a zona de día y la mitad nordeste a zona de noche. La comunicación entre las piezas de cada una de las mitades se realiza a través de elementos de uso flexible, como el vestíbulo de entrada, en la zona de día, o la zona de trabajo y almacenamiento, en la zona de noche. Por otro lado, entre la zona de día y la zona de noche se disponen tres piezas pasantes que permiten la articulación del conjunto sin recurrir a los pasillos: un espacio de trabajo en la fachada anterior, la cocina entre uno de los patios interiores y la escalera, y la biblioteca en la zona posterior. Gracias a estos mecanismos de relación, la distribución es diáfana y permite una amplia versatilidad en los recorridos entre las diversas piezas.