kortrijk-weide, kortrijk, bélgica
La estación de mercancías de Kortrijk cayó en desuso años atrás y los terrenos de la antigua playa de vías se convirtieron en un aparcamiento al aire libre junto al anillo de circunvalación de la parte central de la ciudad. A medio camino entre el río y la estación de pasajeros, y a caballo entre el núcleo histórico y los equipamientos al otro lado de la vía férrea, los terrenos de Kortrijk-Weide ofrecían un enorme potencial para articular un territorio estratégico al oeste del centro urbano.
La propuesta mantiene las naves de los antiguos almacenes y las destina a oficinas para la innovación e incubadoras de stat-ups. En uno de sus extremos se implanta una sala para conciertos, mientras su lado sur se cierra con una escuela de formación de adultos y el lado norte con una piscina cubierta. El conjunto de los edificios se articula mediante una marquesina que prolonga la de las antiguas naves y abraza las nuevas construcciones.
En el centro, un espacio público para grandes eventos que puede funcionar alternativamente como aparcamiento. Entre éste y el río, un gran parque público para el disfrute de los ciudadanos y la gestión de las aguas de lluvia. Dos conectores peatonales –uno con el centro de la ciudad y otro con los terrenos al otro lado del ferrocarril- y un acceso vehicular articulan el anclaje del nuevo complejo con el entorno.